miércoles, 27 de junio de 2007

El agua sustituirá al espíritu del peral centenario de Vilalonga
El Concello inaugurará mañana una nueva fuente en la plaza pública de la parroquia de Vilalonga en el mismo lugar donde antes estaba enraizado el centenario peral que ha formado parte de la vida de sus vecinos y que se ha convertido en un icono de la historia localREPORTAJE DE L. R.
En abril de este mismo año la "pereira" que presidía la plaza pública de la parroquia de Vilalonga, fue talada ante la indignación de algunos vecinos y el alivio de otros que consideraban sus ramas secas y cansadas como un peligro para los niños que allí juegan. La monumental fuente que ocupará su lugar llegaba ayer a su destino cubierta con un velo azul, esperando a que los responsables municipales la inauguren mañana , coincidiendo con las fiestas patronales de San Pedro.
Algún nostálgico observaba como los operarios del Concello colocaban la nueva estructura que en dimensiones nada tiene que envidiar al centenario árbol, ya que el cruceiro que la corona se eleva hasta 15 metros por encima de los tejados que antes recogían las hojas caídas de la "pereira".
El padre de esta obra, al fin y al cabo artística, es el escultor Gondar Manuel Fandiño que pensó en la manera de compensar a los vecinos contrarios a su tala. De este modo, respeta la tradición con el gigantesco símbolo del cruce de caminos que se eleva sobre un pedestal cúbico, con un surtidor en uno de los lados, mientras que en los otros reinan los relieves relativos a la costa.
Tras la presentación pública del día 28 se abrirá una nueva era de historias y hechos que girarán en torno a la piedra moldeada por las manos de Fandiño. No obstante, atrás quedan miles de anécdotas que nacieron en torno al frutal ya desaparecido, historias llenas de penas glorias y que han marcado la vida de la parroquia. Algunos vecinos recuerdan como tras la Guerra Civil el peral formó parte de las tropas falangistas, por su papel en algunos fusilamientos. Los más ancianos hablan de convecinos atados forzosamente a su tronco para que los disparos del régimen franquista acabaran con su vida pero no con sus ansias de libertad.
Otros son momentos de júbilo infantil y son recordados con una sonrisa. En este caso seguro que piensan en el antiguo propietario de la parcela conocido como "O Carniceiro".
Por aquellos tiempos, los vilalongueses más pequeños jugaban a ser valientes y a esquivar las reprimendas del dueño cuando se encaramaban al árbol para extraer las jugosas peras que allí nacían. Aunque este vecino tampoco dejaba que los adultos se acercasen a su propiedad.
El frutal también ha sido testigo de trifulcas por la utilización de este espacio para la celebración de las fiestas de la parroquia o de como los miembros de la organización "de noite e medio a escondidas montaban o palco de música, porque o dono chamaba a Guardia Civil", explican.
Aquellos tiempos pasaron, el espacio ha cambiado -ya que la plaza tan sólo tiene tres años- y también sus iconos, como el peral que ahora resurge en piedra y agua para los vecinos; y desde el Concello sólo esperan que la acogida sea buena.